22 de junio de 2009

Como a las telas de mi corazón


Toca despedida. Decir adiós puede llegar a ser algo trivial o durísimo (recordad vuestras elegías). Hoy no voy a deciros adiós. Como tampoco les dije adiós a mis chicos del Martínez Montañés. Nuestro pequeño hospital de campaña se cierra.

Mi amigo Juan Pablo murió hace unos meses. Hubiera disfrutado mucho viéndome tan feliz con mis niños en mi recién estrenada plaza de profesora de secundaria y le habría encantado este blog, porque sus comentarios y críticas estaban hechos siempre desde el cariño que me tenía. Pero se nos fue y no tuve la oportunidad de enseñarle vuestro trabajo y el mío. Esta última entrada quiero dedicársela a él y a vosotros, alumnos y alumnas de 2ºA, 3ºB y 3ºC, que ya conocéis el valor de la amistad y habéis comenzado a experimentar lo que supone la pérdida de los seres que amáis.

José Hierro escribió en uno de sus primeros libros, Alegría, un poema inquietante lleno de una extraña belleza, El rezagado: un hombre nos dice adiós. Lo único que parece atarle a este mundo es nuestro propio recuerdo, nuestro dolor… Dejo a un lado el dolor y me quedo con la capacidad innata de mi amigo para darle a cada persona un lugar en su mundo.

El Rezagado

Te vimos, por última vez, ante el puente que unía
tu reino con este otro reino
que sólo verán nuestros ojos.
Es duro perderte, saber que ni soles,
ni siglos, ni vientos,
saber que ni mares ni noches
podrán devolvernos tu rostro.
Te vimos llorar. Te sentaste a la sombra de un árbol.
Tus dientes mordían un tallo de verde y de oro.
Después nunca más te encontramos.
Nos queda de ti, el rezagado,
la imagen de un hombre llevando en su frente la luz
del crepúsculo rojo.
Nos duele saber que eres débil, que no te atreviste
a arrojar al olvido,
a manchar, al rozarte el dolor, tu sereno tesoro.
Desde aquí pensaremos en ti, en tu alegría.
(Eras tú el más perfecto de todos;
pero yo ya conozco qué largas cadenas,
qué profundas raíces, qué fuertes cerrojos,
qué torres, qué ríos detienen tu paso,
qué música de olas, qué frutos redondos.
Yo sé bien lo que cuesta perder la alegría
y volver a ganarla después del dolor,
en un mundo remoto).
Es duro perderte. Quisiera guardar
para siempre tu imagen,
la imagen que está en mi recuerdo
poblando de sueños su fondo.
Pero ya te han llenado las manos de estrellas azules,
el pecho de yedra, la frente de mares brumosos.
Tan lejos te vemos y extraño, tan de otro planeta,
que casi olvidamos
que un día viviste feliz con nosotros.

Juampi, “como a las telas de mi corazón”

17 de junio de 2009

Barroco: Memento mori


Consejo diabólico


Todos estáis muertos,

putrefactos por dentro.

Aprovechad, vosotros que aún podéis,

vuestra caótica y tortuosa vida;

prendedle fuego a vuestros momentos,

regocijaos en vuestra tortura,

para acabar reuniéndoos conmigo en las sombras de la muerte.

Escuchad este maléfico consejo

de un alma ya destruida que jamás lo siguió,

y acabad al fin, muertos, como yo.


Christian Maireles


Al acecho


La muerte te acecha poco a poco. El otro día la viste, pero no te hizo nada, pues aún no ha llegado tu hora. Disfruta el momento antes de que acaben tus días.


Paula Mª Caña

Renacimiento: Carpe diem


En el último momento

P
iensa...
que como viene se va,
que como llegó se irá.
Recuerda como apareció
y piensa que como aterrizó
echará a volar.

Date prisa, no esperes más.
No esperes a sentir dolor,
no esperes a esa lágrima
señal perdida de amor.

Ve, corre, vuela, encuéntrala,
mírala fijamente,
cógele la mano, agárrala,
has de ser fuerte...

Para decirlo bien alto.
Para decírselo pronto
y besarla...
José Luis González

Ama, ríe y disfruta


Ya viene, ya se va, ya se fue...

a cientos de millones pregúntales.

Mientras la luz blanca le acompañe

y tus cabellos y ojos no desgaste.


Cuídala muy bien pues,

lo más preciado y envidiado

en tus manos posees.


Es aparentemente

algo eterno e inmortal,

pero quieras o no

siempre va a terminar.


Aprovecha los segundos.

Ama, ríe, disfruta

y llora de felicidad.


Goza cada momento

como si fuese el último,

ya que muy cierto es

que nada volverá...


Gema Ruiz


Por competir por tu amor


Por competir por tu amor,

muchos lucharon,

¡Cuán belleza tienes,

que a tantos deslumbraron!


Que por ese mirar

que Dios te ha dado,

tantos y tantos hombres,

se han enamorado.


Pero esa belleza pronto acabará,

esa magia que ayer te envolvió,

sin cesar ni duda culminará.


Tus cabellos de oro,

en plata se convertirán,

y ya pronto tu vida habrá llegado a su final.


Luis Antón

4 de junio de 2009

La elegía: los alumnos de 3º B lloran


LO QUE NO DIO TIEMPO A DECIR

Dicen que tu camino se ha acabado
que ya te despediste de mí aquel día,
aquel día que en mis sueños
dijiste cuánto me querías.

Por esas palabras que nunca te dije,
por ese mensaje que nunca envié,
por esas caricias que nunca te hice
y esos besos que nunca te daré.

Esta carta que llorando escribo
es más que de despedida
y aunque es posible que no la leas
es signo de adiós y de herida.

Herida que en mi pecho me quedo,
y que nunca se irá.
Herida que en mi corazón me guardo,
y que nunca sanará.

Que es la primera y la última
de una serie de cartas de amor
que ataré presto a una paloma
para que vuele hasta tu balcón.

Un balcón de plata y terciopelo
con bellísimas vistas al cielo
donde se ve mi barquito velero
con un mensaje que dice: “Te quiero”.

José Luis González García de Castro

MUERTE Y PUTREFACCIÓN
Feneciste,
caíste,
muerto y enterrado.
Ni una sola alma en tu entierro ha llorado.
Nadie de ti se ha acordado.
Ahora camino de obscuras llamas vas
y nadie te recordará.
Has alcanzado lo que yo llevo mucho tiempo buscando,
y ahora no puedo hacer más que envidiarte.
Ese duro y cruel destino,
es el que yo he deseado.
Tu tiempo solo ha llegado a ser borrado
y yo deseo que el mío no sea recordado.
Ahora solo buscaré tu reposado cadáver
para prenderle fuego
y ser yo el que descanse enterrado.
Christian Maireles

ELEGÍA
¿Por qué te fuiste de mi lado?
¿Por qué te fuiste de aquí?
¿Por qué me has abandonado?
¿Por qué me dejaste así?
No sé qué te ha pasado
ni por qué estás ahora allí,
solo sé que me has dejado
y que no podré vivir.
Con lo bien que lo pasábamos,
con lo bien que lo pasaste.
Ojalá lo que hayas hecho
no sea un gran desastre.
Con lo bueno que eras,
con lo divertido que fuiste,
y un día te fuiste a casa
y nunca más volviste.
Cuando me sentía triste,
tú venías y me alegrabas,
aunque lo mejor era
que ya no lloraba.
A lo mejor te olvidas de mí
y de haber estado conmigo,
pero no olvides nunca
que siempre seré tu amigo.
Manuel Fernández Caro

ME RECUERDAN A TI
Me recuerdan lo pajarillos,
tu cantar de ruiseñor.
Me recuerdan los ríos,
el brillo de tu mirada.
Me recuerdan los riachuelos,
el espejo de tu risa.
Me recuerdan los niños,
tu alegría de cada día.
Me recuerdan los días nublados,
que te fuiste y no volverás.
Me recuerdan los días oscuros,
que te anhelo, querido tío Paco.
Noelia Díaz de Lope Díaz Coca
QUE NO PUEDO VIVIR SIN TI, AMIGO
Que no puedo vivir sin ti, amigo.
Quiero escapar de esta angustia
que llena mi cuerpo.
Quiero que te destierren
y que vuelvas conmigo.
Quiero que me castigue
Dios contigo.
Que no puedo vivir sin ti, amigo.
Quiero tenerte aquí
de nuevo conmigo.
Quiero volver a abrazarte
y no dejarte marchar.
Quiero convertirme en tu sombra
y compañía.
Que no puedo vivir sin ti, amigo.
Mª Teresa Ramírez Roldán

19 de mayo de 2009

Taller de lengua: poesía



SI ME QUIERES, QUIÉREME ENTERA...


Si me quieres quiéreme entera,


no por zonas de luz o sombra...


Si me quieres quiéreme negra


o blanca. Y gris, y verde, y rubia,


y morena...


Quiéreme día,


quiéreme noche...


¡Y madrugada en la ventana abierta!...




Si me quieres, no me recortes:


¡Quiéreme toda... O no me quieras!


Dulce María Loynaz

Taller de lengua: poesía


Amor oscuro


Si para ti fui sombra

cuando cubrí tu cuerpo,

si cuando te besaba

mis ojos eran ciegos,


sigamos siendo noche,

como la noche inmensos,

con nuestro amor oscuro,

sin límites, eternos.......


porque a la luz del día

nuestro amor es pequeño.

Manuel Altolaguirre


Taller de Lengua: poesía


Arco iris

A veces
por supuesto
usted sonríe
y no importa lo linda
o lo fea
lo vieja
o lo joven
lo mucho
o lo poco
que usted realmente
sea

sonríe
cual si fuese
una revelación
y su sonrisa anula
todas las anteriores
caducan al instante
sus rostros como máscaras
sus ojos duros
frágiles
como espejos en óvalo
su boca de morder
su mentón de capricho
sus pómulos fragantes
sus párpados
su miedo

sonríe
y usted nace
asume el mundo
mira
sin mirar
indefensa
desnuda
transparente

y a lo mejor
si la sonrisa viene
de muy
de muy adentro
usted puede llorar
sencillamente
sin desgarrarse
sin desesperarse
sin convocar la muerte
ni sentirse vacía


llorar
sólo llorar


entonces su sonrisa
si todavía existe
se vuelve un arco iris.



Mario Benedetti


Taller de lengua: poesía

EL PUENTE

Para cruzarlo o para no cruzarlo
ahí está el puente

en la otra orilla alguien me espera
con un durazno y un país

traigo conmigo ofrendas desusadas
entre ellas un paraguas de ombligo de madera
un libro con los pánicos en blanco
y una guitarra que no sé abrazar

vengo con las mejillas del insomnio
los pañuelos del mar y de las paces
las tímidas pancartas del dolor
las liturgias del beso y de la sombra

nunca he traído tantas cosas
nunca he venido con tan poco

ahí está el puente
para cruzarlo o para no cruzarlo
yo lo voy a cruzar
sin prevenciones

en la otra orilla alguien me espera
con un durazno y un país.


Mario Benedetti.




10 de mayo de 2009

Romances y canciones sefardíes


A través de la audición de ¿Por qué lloras blanca niña?, interpretado magistralmente por Savina Yannatou, pudimos comprobar en clase los lazos que unen al pueblo judío con Andalucía y España: viejos romances hispánicos y canciones tradicionales se conservaron gracias a los sefarditas que siguieron enriqueciendo el corpus de romances y canciones aprendidos antes de la diáspora. ¿Recordáis como nuestro romance incluía a modo de cajas chinas diferentes fragmentos de otros romances tradicionales? Noelia, sé que no pudiste encontrar el romance, a continuación te ofrezco una excelente versión de un grupo valenciano, L'Ham de Foc:


Los sefardíes no sólo conservaron en su memoria romances, sino también canciones utilizando una vieja lengua que tanto tiene de la nuestra. Os dejo un vídeo de una hermosa canción, Adió Kerida, interpretada por Yasmin Levy:




Adiós Querida

Tu madre kuando te parió

i te kito al mundo,

corason ninya no te dio,

para amar segundo.

Adio, adio kerida,

no kiero la vida,

me l'amargates tú.

Abuxcate otro amor,

aharva otras puertas,

aspera otro ardor

ke para mí sos muerta.

Adio, adio kerida,

no kiero la vida,

me l'amargates tú


¿Podríais distinguir las diferencias temáticas y formales entre el romance que escuchamos en clase y esta canción? Unas pistillas. ¿Quién es el emisor en cada una de ellas? ¿Tienen carácter narrativo o lírico? Dejad vuestros comentarios. Añado un enlace a un diccionario de judeoespañol o ladino; en él podréis consultar el significado de algunos términos desconocidos.
Por último, os dejo otro conocido romance sefardí, El sueño de la hija del rey:


18 de marzo de 2009

El predicado y sus complementos


¿Problemas para localizar los complementos del predicado? Estudia y repasa las recetillas que hemos visto en clase y, a continuación, realiza las siguientes actividades interactivas. No olvides dejar tus comentarios.