27 de enero de 2009

Don Amor y el Arcipreste


Nuestro arcipreste, humano y pecador, culpa a Amor (Cupido) de su mala fortuna. Como respuesta, Amor y Venus, su madre, se le aparecen y le dan consejos útiles para que consiga novia. El primero de ellos se refiere a la mujer de la que debe enamorarse. Una mujer, como veréis, muy alejada de la descripción de la serrana Aldara de Tablada cuya aventura leímos en clase. Ahí van los consejos de don Amor:


»Busca mujer hermosa, atractiva y lozana,
que no sea alta, pero tampoco enana;
si pudieres, no quieras amar mujer villana,
pues de amor nada sabe, palurda y chabacana.

»Busca mujer esbelta, de cabeza pequeña,
cabellos amarillos, no teñidos de alheña;
las cejas apartadas, largas, altas, en peña;
ancheta de caderas, ésta es talla de dueña.

»Ojos grandes, hermosos, expresivos, lucientes
y con largas pestañas, bien claros y rientes;
las orejas pequeñas, delgadas; para mientes
si tiene el cuello alto, así gusta a las gentes.

»La nariz afilada, los dientes menudillos,
iguales y muy blancos, un poco apartadillos,
las encias bermejas, los dientes agudillos,
los labios de su boca bermejos, angostillos.

»La su boca pequeña, así, de buena guisa,
su cara sea blanca, sin vello, clara y lisa;
conviene que la veas primero sin camisa
pues la forma del cuerpo te dirá: ¡esto aguisa!
[...]

»Si tiene los sobacos un poquillo mojados
y tiene chicas piernas y largos los costados,
ancheta de caderas, pies chicos, arqueados,
¡Tal mujer no se encuentra en todos los mercados!

»En la cama muy loca, en la casa muy cuerda;
no olvides tal mujer, sus ventajas recuerda.
Esto que te aconsejo con Ovidio concuerda
y para ello hace falta mensajera no lerda.

»Hay tres cosas que tengo miedo de descubrir,
son faltas muy ocultas, de indiscreto decir:
de ellas, pocas mujeres pueden con bien salir,
cuando yo las mencione se echarán a reír.

»Guárdate bien no sea vellosa ni barbuda
¡el demonio se lleve la pecosa velluda!
Si tiene mano chica, delgada o voz aguda,
a tal mujer el hombre de buen seso la muda.

»Le harás una pregunta como última cuestión:
si tiene el genio alegre y ardiente el corazón;
si no duda, si pide de todo la razón.
si al hombre dice sí, merece tu pasión.

Si quieres leer un pasaje realmente divertido de nuestro Libro de buen amor, te recomiendo el episodio de don Pitas Payas, pintor de Bretaña. Se trata de un ejemplo que don Amor cuenta al Arcipreste para ilustrar lo que le puede suceder al hombre que no sigue sus consejos y no reúne las condiciones adecuadas. Espero que lo disfrutes.

3 comentarios:

patry dijo...

seño a mi esta historia del libro buen amor me a gustado , porque al final ella hace lo que le da la gana como tiene que ser no que el quiere que ella le espare para siempre y eso no es asin , seño esto de los sintagmas es facilisimo , no me puedo creer que esto el año pasado se me aya dado mal jajajajaja

Gemy dijo...

Hola seño¡¡¡¡¡
El libro de Buen Amor tiene una pinta estupendisima y muy graciosa, =D me gustaria leerme ese libro ¿¿¿sabes si la biblioteca del instituto lo tiene????????????? Es que tiene que ser super chulo y ademas esa clase de historias me gusta y si estan ambientadas ene l la Edad Media mejor que mejor =)

Daer dijo...

profesora, dudo de la existencia de tal mujer humana, no hya ninguna asi ni la abra eso es imposible....